Mientras que muchos países en occidente aún luchan por contener el COVID-19, en China, origen de la actual pandemia, el gobierno ha logrado mantener el número de contagios relativamente bajo. Pese a que el gobierno chino actuó decisiva y exitosamente desde el 23 de enero logrando reducir la curva de contagios, cuestiones políticas impidieron que se tomaran acciones que permitieran controlar la pandemia desde el comienzo.
Durante la pandemia muchos han sido los que han vaticinado el fin del mundo como lo conocíamos, unos desde la orilla de mejores cosas vendrán y otros desde ese lugar común que pregona el “vendrán cosas peores”.
La pandemia ha generado gran incertidumbre en el mundo. Los gobiernos buscan identificar qué políticas son las más adecuadas para asegurar el bienestar de sus sociedades. Sin embargo, no tienen claridad en la toma de decisiones porque incluso sus análisis de riesgos más sofisticados tienen graves limitaciones.